Más allá de afectar a nuestro aparato respiratorio, el tabaco también influye en el envejecimiento de la piel y puede incluso derivar en enfermedades cardiovasculares
El consumo de tabaco cobra la vida de más de 7 millones de personas cada año y cuesta a los hogares y gobiernos más de US$ 1,4 billones en gastos sanitarios y pérdida de productividad.
La Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS, señala: «El tabaco es una amenaza para todos. Agrava la pobreza, reduce la productividad económica, afecta negativamente a la elección de los alimentos que se consumen en los hogares y contamina el aire de interiores».
De acuerdo con la Dra. Chan, «al adoptar medidas firmes de lucha antitabáquica, los gobiernos salvaguardan el futuro de sus países porque protegen a toda la población, con independencia de si consumen o no este producto mortífero. Además, se generan ingresos para financiar los servicios de salud y otros servicios sociales y se evitan los estragos que el tabaco causa en el medio ambiente».
Cada año, más de 7 millones de personas fallecen como consecuencia de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, una de las mayores amenazas a la salud pública mundial y, también, una de las principales causas evitables de enfermedades no transmisibles.
El control del tabaco es una poderosa herramienta para mejorar la salud pública y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La meta 3.4 de los ODS fijada para 2030 consiste en reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, incluidas las enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, el cáncer y la diabetes.
Los efectos nocivos del tabaco en la salud: los más destacados
1-Afecta el sistema broncopulmonar y el cardiovascular. Fumar es la principal causa de cáncer en los pulmones, la laringe, el aparato urinario y los órganos digestivos.
2-Provoca efectos malignos en la mucosa oral, debido al calor que se produce por la combustión del cigarrillo, por ejemplo la gingivitis y la periodontitis.
3-Aumenta el riesgo de padecer enfisema, EPOC, bronquitis crónica y úlcera péptica. Además, predispone a la arteriosclerosis coronaria, cerebral y arterial periférico.
4-Incrementa la posibilidad de contraer úlceras en el estómago, enfermedad del corazón y de los vasos sanguíneos. A su vez, disminuye las defensas y la inmunidad frente a algunas infecciones.
5-Causa arrugas por la degradación de las fibras elásticas, aliento desagradable, dientes amarillos, tez cerosa y grisácea y cicatrización menor.
6-Agrava la intensidad, la frecuencia y el ritmo del asma, desencadenando esta enfermedad o bien causando que los que la padecen se sientan más propensos a comenzar un cuadro asmático.
7-Las mujeres que fuman durante el embarazo le “pasan” la nicotina al feto, generando un menor peso al nacer, un 80% de probabilidades de muerte para el bebé y problemas respiratorios, cardiovasculares y alérgicos. Se han dado casos donde el niño necesita la donación de órganos para continuar viviendo.
Con información de OMS – Mejorconsalud.com